Deportivos

La que está liada a cuenta de los incidentes en el derby sevillano. Si llegan a aprender de mí, y sobre todo de la serie Campeones, otro gallo nos hubiera cantado. En mi última etapa en Sebastopol era yo fiel seguidor de las repuestas andanzas de Oliver, Benji, Lenders, Bruce, etc. Y de Tom Becker. De este muchacho pude recordar cómo el fútbol, su esencia, la sana competitividad, le había convertido en un ser sociable, vamos, o al menos le había ayudado a integrarse socialmente. Todo lo contrario que a muchos de esos vándalos que pululan por los estadios del mundo entero. Incluso yo creo que hasta a Lenders, paradigma del tipo duro y casi adalid del todo vale, el fútbol le había inoculado una suficiente dosis de bondad.

En otro orden de cosas, descubrí que en la zona por donde transitan tantas niponas (incluso un nipón) hay una escuela de idiomas, de ahí que empiecen a tener lógica esos fugaces encuentros.

Llevo unos cuantos días sin probar una gota de alcohol, a ver si me evaporo.